El yeso es uno de los materiales más nobles y abundantes en la naturaleza. Por su versatilidad puede ser usado tanto en la industria de la construcción como en la industria cerámica o la agricultura. Pero ¿Sabías que el yeso también se utiliza para crear los alimentos que comemos? Así es, el yeso es comestible y mucha gente lo desconoce. Sin embargo, dentro de la industria alimenticia se le conoce por su nombre científico, sulfato de calcio dihidratado; el cual que es usado como un aditivo regulador de la acidez, estabilizante y reafirmante.
A continuación, te mostraremos algunos ejemplos de cómo el sulfato de calcio dihidratado se hace presente en nuestros alimentos:
- Pan y polvos para hornear: En productos como el pan, el sulfato de calcio actúa como agente leudante pues ayuda al desprendimiento del CO2, mejorando la esponjosidad del pan y estabilizando y brindando firmeza a la masa.
- Verduras enlatadas: Utilizado principalmente como agente endurecedor, permitiendo a las verduras permanecer frescas y crocantes por más tiempo.
- Tofu y productos de soya: El sulfato de calcio sirve como coagulante del tofu y mejora la textura y sabor de los productos a base de soya.
- Leche y yogurt: En estos productos, el sulfato de calcio ayuda a prolongar su vida de anaquel, mejora su textura y aporta calcio adicional al producto final.
- Jugos: Ayuda a regular el pH en bebidas vegetales y alargar su vida de anaquel.
Como puedes ver, el uso de yeso o sulfato de calcio dihidrato es perfectamente seguro y ampliamente usado en la industria alimenticia, la cual cumple con estrictos estándares de calidad. Su capacidad para mejorar la calidad de los productos alimentarios convierte al sulfato de calcio dihidratado en un componente valioso en la formulación de alimentos y en la creación de texturas deseadas.